viernes, 19 de diciembre de 2014

Innecesidad emocional

Lo que más difícil le resultó no fue darse cuenta de que él no le quería, sino cortar ese lazo invisible y unidireccional que ella misma había anudado.

Durante un largo, larguísimo, periodo de tiempo había estado luchando sola por mantener una relación carente de sentido. Ella sólo quería tenerle en su vida. Él veía una relación indolora.

No era un secreto. La frase “no puedo corresponderte del mismo modo” estuvo a la orden del día casi desde el minuto uno. Quizás a él le ayudaba a no tener cargos de conciencia. Quizás a ella le ayudó a no esperar nada.

Conversaciones convertidas en monólogos, falsamente retroalimentadas con respuestas monosílabas, si es que había suerte. Y la lista seguía… vaya, que si seguía.

Pero «la mañana más inesperada» —nótese la ironía, pues fue un pensamiento que creció con el tiempo hasta volverse acción— decidió que ella también tenía derecho a que alguien se enamorase de ella. Que se le pusiera cara de idiota cuando la recordase. Que llevara por bandera el color de sus ojos.

Que se diera cuenta de que estar enamorado es una ventaja que no tantos disfrutan, a pesar de las creencias de la gente. Que a pesar de que terminara, iba a asegurar con la cabeza bien alta que hizo todo lo que el corazón le pedía.

Así, cogió la puerta para no volver, estando segura de varias posibilidades.

La primera, que él le extrañaría. Notaría esa carencia.
La segunda, que algún día él se enamoraría de verdad y caería en la cuenta de todo el daño insonoro que le había hecho.
La tercera, que viviría en aquel estado toda su vida.

Lo bueno de estas posibilidades, es que ella no estaría esperando tras ninguna de ellas.

martes, 16 de diciembre de 2014

Quien bien te quiere...

Últimamente no dejamos de encontrarnos por Facebook enlaces compartidos que comienzan con la premisa “cásate con…” o “enamórate de…”.

Cásate con una persona que te quiebre la cabeza, que te cambie los esquemas, que te enseñe a llorar por amor. Enamórate de una persona que te lleve siempre la contraria, que paséis de los gritos al sexo en cuestión de un minuto. ¿No os chirría esto?

Porque parece que si el amor no duele, es menos amor. Y para colmo sólo hay una persona en todo el mundo que te hará sentir esas mariposas ya convertidas en cliché. ¿Da miedo, eh?, ¿cuántas probabilidades tenemos de toparnos con ella?

El amor puede tener todas las formas que tú quieras. Puede ser fácil, divertido, aventurero, mordaz, empalagoso, furtivo… y la lista tiende al infinito.

Pero para ello hay una premisa indiscutible: primero tienes que quererte tú. No es fácil, por supuesto. Pero ello te hará desprenderte de una necesidad emocional peligrosísima. Que si se marcha no será el fin del mundo, aunque sientas encima las tormentas más oscuras. Pasarán. Porque todo pasa.

El día que aprendas a estar solo/a, llegarás a disfrutarlo. Un poco más tarde, en algún punto de tu vida, encontrarás a una persona a la querrás de una forma mucho más sana. Comprenderás que quienes aquellos que bien se quieren, se sacan las mejores sonrisas. 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Lo bueno, también

A veces parece que las estrellas se alinean a nuestro favor. Se van las tormentas que nos nublaban la vista y no nos dejaban pensar con claridad. «Todo lo malo viene junto», dicen. Pero lo bueno, también.

Entonces, sonríes. Sonríes con una plenitud que ya no recordabas, y te preocupas porque «no es normal sentirse así de bien más de dos días seguidos».

Una gran docente me enseñó que preocuparse realmente significa pre-ocuparse. Así que ocúpate de lo malo cuando llegue su momento, pero no empañes este presente que hacía tiempo te ibas mereciendo. Verás que todo te parecerá mucho más bonito, tanto como un sol de diciembre en un lugar secreto con vistas a la Alhambra en la mejor de las compañías.

Aunque no creas en las causalidades, la vida siempre se divertirá poniéndote en duda con las situaciones más dispares.

© Fotografía: Sara Pérez Olmo

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Muchas gracias a Juan Prieto por este rediseño del blog que estamos llevando a cabo y al que aún le queda mucho, pero poco a poco. Esa pluma que aparece tanto en la portada como en la parte inferior izquierda de la fotografía, se ha convertido en el logo de este rincón. Espero que os guste. 

Gracias también por la paciencia y por animarme a realizar mis propias fotografías. 
Aquí os dejo su Flickr 

lunes, 1 de diciembre de 2014

Diciembre



Ya no hace falta que te digan «abrígate mañana, que va a hacer frío», porque va implícito con este mes del año. Y aunque te cueste salir de la cama más que nunca, hazlo.

Aprovecha para utilizar esa bufanda o gorro que tanto te gusta y tienes olvidado el resto del año en un cajón. Comprueba el frío que hace igual que cuando éramos pequeños: por el vaho. Si no hay vaho, es que tanto frío no debe hacer. Poco importa lo que marquen los termómetros.

Disfruta de las iluminaciones navideñas. Estas fiestas no dejan de ser la excusa perfecta para quedar o celebrar una comida de amigos, de antiguos compañeros, de gente nueva.

Ve preparando todos esos propósitos que le vas a plantear al mes de enero, pero hazlo con cabeza. También existen los medios y largos plazos, tenlo en cuenta.

Recordar a los que se fueron no debe entristecerte, pues lo triste sería que no los recordases. Y aunque a veces resulte doloroso, aún nos queda mucha gente que nos quiere y a la que queremos. Aprovechémoslo. 

Haz balances. Cambia lo malo, valora lo bueno y quédate con ello. Será lo que te empuje a saborear un nuevo año con muchas más ganas. 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Amiga soledad



Aunque siempre me enorgullezco de esa sonrisa perenne que habita mi rostro, hoy no tengo ganas. Y fíjate que siempre digo que a ganas no me supera nadie.

Por más cliché que suene, me he dado cuenta que estoy sola entre un montón de gente. Que vienen y van, pero que no sé cómo retenerlos en mi vida. Ahí es cuando llega la frustración. Y la desesperación. Y los enfados por nada. Y tantas cosas más…

Quizás lo que más me preocupe es que no sé cómo remediarlo. Porque sé marcarme objetivos. Soy altamente efectiva cuando se trata de planes de acción. Pero, ¿cómo trazo un plan de acción cuando se trata de personas y no del ámbito profesional?  

Así que aquí me encuentro, en un bucle emocional intentando buscar una forma natural de solucionarlo. Detesto los anexos entre etapas.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Andrómeda

Los lunares se agolpan en su hombro izquierdo, donde creen formar una constelación. Y lo creen porque la dueña de la piel donde descansan, guarda demasiadas similitudes con dichas agrupaciones de estrellas.  

Quizás están vinculados debido a no una, sino a las dos esferas celestes que son sus ojos. Probablemente ésa sea la causa por la que te sientes flotar en el espacio cada vez que vuestras miradas se cruzan.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Carlota


El último semáforo que lindaba con los límites de la ciudad se puso en rojo. Fuera llovía a mares. Las gotas iban ganando más cuerpo hasta tal punto, que Carlota pensó que el granizo era cuestión de tiempo.

Se preocupó un poco, no lo iba a negar. Le esperaban unos cuarenta y cinco minutos del que se le antojaba el más solitario de los recorridos. Hasta que le observó.

En el coche de al lado una chica de más o menos su edad no paraba de moverse. Al principio creyó que estaba regulando el asiento, pero entonces la vio gesticular. Parecía despreocupada, como si la tromba de agua que caía no fuese consigo. Entonces lo comprendió.

Encendió la radio e insertó su CD preferido. Ahora le tocaba a ella.


Quizás los malos tiempos son inevitables, pero con música son menos malos.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Va de un sofá

Había un sofá.

No era el más cómodo, ni el más bonito. Pero se convirtió en el sofá.

Un lugar donde poder desconectar del mundo, donde nada podía hacerte daño. Donde pasaban las horas sin que me diera cuenta. Y cuánto me costaba abandonarlo…

Hasta que un día lo tuve que abandonar para siempre.

Me cundió el pánico. O quizás la angustia. Jamás volvería a estar en ese sofá. Me concedí, como de costumbre, 24 horas. Y entonces lo comprendí.


Comprendí que me estaba aferrando a un objeto y no a lo que me transmitía. Y que aquel lugar de paz transmutaría en algún momento. Quizás con forma de playa, de alfombra, de coche, de cama… 

Así que dejé de angustiarme por algo que ya pertenecía al pasado y sustituí el sentimiento. Porque algún día encontraré ese nuevo lugar donde poder bajarme del mundo para saborear mi bebida favorita.
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¡Hola a todos!

En la columna de la derecha podéis encontrar el enlace que os llevará a la página de Facebook -sí, le he creado una página!- de este blog. Muchas gracias a todos los que me seguís y comentáis. 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Universem 2014

Ingenieras, trabajadoras sociales, químicas, maestras, juristas, empresarias, publicistas.

A primera vista no tenemos nada que ver excepto por un detalle: todas somos mujeres. Pero también somos creativas, inteligentes, resolutivas. Algunas conectamos desde el primer momento y otras se convierten en nuestros grandes descubrimientos a medida que pasa el tiempo.

Todas hemos aprendido que no tenemos que tirarnos a por una silla como unas locas. Que no nos podemos fiar de los italianos. Que la cáscara de una naranja puede darle el toque final a un bizcocho. Y somos unas afortunadas, porque hemos conocido tanto el punto de vista de Caperucita como el del lobo. ¿Cuántas personas pueden decir esto?

Sé que muchos lectores no van a entender esta entrada, pero es por y para vosotras.

Hemos aprendido a hacer meditación; y que algo que a muchas nos queda tan infantil como dibujar, nos resuelve más dudas de las que podíamos llegar a imaginar.

Que lo importante es continuar en movimiento, cuando llegue nuestra parada lo sabremos. O quizás no. Pero también aquí precisamente es donde hemos descubierto que fallar es algo hermoso.

Algunas compañeras —y docentes— nos han enseñado que es posible hacer de éste un mundo mejor. Que algo que te guste puede convertirse en tu trabajo.

Y posiblemente todo esto sea tan especial porque al mismo tiempo somos parecidas y diferentes. ¡Que aquí todo se magnifica!

Hoy me gustaría daros las GRACIAS, porque conociéndoos a vosotras también me he conocido un poco más a mí misma.

¡Que lo que ha unido UNIVERSEM no lo separe nadie!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Todo tiene su recompensa



Hay momentos en la vida en los que nada sale como planeas. Empiezas a perder la confianza en ti mismo y piensas que da igual cuántas alternativas idees, porque ninguna va a llegar a buen puerto. Pero entonces piensas, ¿a quién le va bien con esta actitud?

Lamentarse no debería consumirnos demasiado tiempo. Pero aun así, concédete 24 horas y bébete unas cuantas cervezas de más, maldice al mundo y quéjate de tu mala suerte. Hasta ahí. 

Entonces llega el momento de reformular el plan. Es posible que no haya sido un fallo tuyo, pues no siempre está en nuestras manos el desenlace. Aunque éste sea tu caso, no tengas una mala actitud. Quizás ése no era tu tren

Y no te hablo del destino, porque tu destino te lo construyes tú mismo. Te hablo de otras oportunidades, algunas incluso mejores que la de tu plan inicial. ¿Acaso no es posible que estuvieras tan obcecado/a que no veías el resto de opciones?

Sea como sea, no vale rendirse. Sigue trabajando duro. Va a llegar el momento en el que todo tenga recompensa. 

lunes, 20 de octubre de 2014

Cazador cazado



—Háblame de él.

—Es un cabrón —le confiesa rotunda, suprimiendo una media sonrisa que no le llega a los ojos—. No tiene alma, dicen que se la vendió al diablo. Quizás por eso se dedica a jugar con las de los demás. Le gusta llevar los zapatos bien limpios y brillantes, aunque creo que más que por higiene lo hace por lascivia.

—¿Lascivia? —Pregunta sorprendida—.

—Solía decir que algunos días conseguía verle las braguitas a cualquier chica o mujer que llevase la falda un poco más corta de lo normal —hace una pausa y mira curiosa a la chica—. ¿Por qué quieres saber todo esto?

—Un cazador tiene que conocer a su presa.

domingo, 12 de octubre de 2014

Decisiones


Durante toda mi vida he tenido las cosas muy claras. Sabía lo que me gustaba y lo que no. Me iba fijando una meta tras otra y todas las iba cumpliendo. Nunca fui una alumna de sobresaliente, pero iba alcanzando todo lo que me proponía.

Creo que era una de esas cosas que me identificaban. Mientras compañeros y amigos se mostraban indecisos sobre temas como su futuro, yo me informaba sobre las asignaturas de la carrera que iba a elegir.

Y ahora me encuentro en esta etapa de falsa confusión. Pues no es confusión sino interés por todo. Me gustan  y apasionan tantas cosas que me da miedo elegir una por la posibilidad de perder las otras. Me apasionan los Social Media, el Marketing, la escritura… Siempre fui una persona dinámica.

Supongo que se trata de otra etapa de la que aprender. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

─Pero seguimos teniendo pasión.

Carlota se mira las manos y se traga una risa ─más bien bufido─ irónica. No porque no esté deseando soltarla, sino porque sabe que él lo catalogará como una actitud hiriente. Y no lo es.

«La pasión, querido, no es tener sexo. No son esas ganas de devorarnos que nos entran de vez en cuando. La pasión no es permitirnos un día entero perdidos entre tus sábanas, o no poder dejarnos de besar en medio de la calle ante las miradas de desaprobación de algunas personas mayores. Al menos no creo que sea sólo eso.

La pasión ─y perdona por la carencia de un vocabulario más elaborado─ es saber que has perdido el culo por la otra persona. Y que lo seguirás perdiendo. No es cometer locuras, simplemente es saber que lo tuyo va más allá de quererse. No es algo peligroso ─te hablo de la pasión sana, por supuesto─. No te hace débil. No te degrada como persona. La pasión te da alas, te pone una sonrisa en la cara. La pasión es la que, a pesar de que una relación termine, te deja esa tranquilidad por las noches de que hiciste todo lo posible, y que lo hiciste de corazón».


─Supongo que sí ─dice finalmente tras esa larga pausa que se acaba de tomar─. Seguimos teniéndola.

sábado, 16 de agosto de 2014

Premios y Preguntas


Y aunque hace tiempo que este blog mío anda cogiendo polvo, Elendilae no se ha olvidado de mí. Y se agradece. Se agradece un montón. Hay que nominar a 11 personas y demás pero llevo tanto tiempo fuera de esto que creo que me voy a limitar a responder a las preguntas.

¿Por qué el título de tu blog?
Creo que es una muy buena frase. Siempre he presumido que a ganas no me gana nadie, y siento que es una forma de retar a alguien a que consiga algo que creo que no puede conseguir. También fue el título de una entrada bastante personal (y que por cierto este blog se ha apropiado de ella). 

¿Con qué edad empezasteis a escribir y por qué?
Debía tener unos catorce años. Jugar con muñecas ya se había quedado obsoleto pero mi mente seguía soñando despierta y creando historias. Leía libros y veía películas o series, pero mi cabeza siempre iba más allá y buscaba otros finales, otros giros. Descubrí el mundo de los fan fiction, y durante un tiempo estuvo bien... Luego llegaron las historias propias.

Número favorito y por qué.
El 9. Empecé con el 18, porque era mi número de preescolar y además el día de mi cumpleaños... Luego el 18 dejó a paso al 9. Siempre me gustó, y eso que yo siempre he sido de números pares. Lo llevé en la espalda cuando jugaba al baloncesto y siempre he pensado que me ha dado suerte. Incluso aunque no creo mucho en eso. 

Libro que te ha marcado. 
Estaría bien poder decir alguno, pero hasta hoy no ha llegado El Libro. Sigo buscando.

Película que más os ha impactado.
500 days of Summer. Creo que no hay una película que demuestre mejor la cruda realidad sobre las relaciones de hoy en día. 

Alguna colección.
Recuerdos. Cualquier cosita que se pueda conservar y no ocupe mucho espacio.

Carrera que estudias o pretendes estudiar.
Yo ya soy perro viejo así que ya terminé mis carreras. Primero hice la Diplomatura de Turismo y luego la Licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas. Os confieso que me estoy planteando realizar un máster de Marketing.

Si tuvieses la libertad y el dinero para viajar a cualquier país, ¿a cuál sería?
Por infantil que suene, lo primero que haría sería ir a Disneyland, preferentemente el de California. En casa nunca tuvimos la suerte de viajar muy lejos, y creo que quitar esa espinita me dejaría pasar página. Por estúpido que parezca. 

Meta a corto plazo.
Teniendo en cuenta que un corto plazo es un año... pues tengo muchas. Retomar francés, el deporte, aprobar el B1 de alemán, ahorrar todo lo que pueda ante la posibilidad de un trabajo fuera de mi ciudad... 

Qué le dirías a tu yo de dentro de unos cinco años.
Más que decirle, le preguntaría. Le preguntaría si hemos conseguido independizarnos, antes que nada. Si trabajamos de algo que nos gusta o si somos felices. Creo que mi yo del pasado necesitó más ayuda que necesitará mi yo del futuro. 

Planes para el fin de semana; salir de fiesta o quedarse en casa. 
Trabajar. Actualmente mis amigas y yo tenemos la suerte de estar trabajando (que sí, que es un trabajo para verano y listo pero bueno...). Así que salir, pero no de fiesta. Un paseo, un tinto con limón (que no falte nunca, por favor) y charlas interesantes y divertidas.


jueves, 31 de julio de 2014

18 de julio

Soy más listo por quien soy que por mi edad, la verdad. © SFDK “Malviviendo”

Puedo decir con toda certeza y sin probabilidades de equivocarme que esta frase no se corresponde con mi caso. Me he equivocado una y cien veces, me he ido de la lengua, he elegido mal,  he tropezado en la misma piedra –aunque puedo decir satisfecha que esas piedras jamás han tenido nombre de chico–, me he dejado llevar por la situación, no he pensado algunas cosas antes de hacerlo… Pero aquí estamos después de todo, en una buena posición, que no es poco.

Tras unas prácticas de nueve meses –todos sabemos que “prácticas” es igual a “trabajar gratis”–, encuentro trabajo como recepcionista. Meses de verano, pero curro al fin y al cabo. Conseguí ese B2 de inglés en un año cuando en la academia me decían que el temario estaba planeado para dos. Me volví a comprar mis propias velas de cumpleaños alegando a mi ya famoso «cada uno se fabrica su suerte». Y aquí estoy yo, comprándome el derecho de pedir deseos.

He aprendido que la experiencia lo es todo en esta vida. Que sí, que todos lo sabemos pero cuando uno lo experimenta en su propio pellejo parece que ha descubierto la receta de la Coca Cola. Tengo más templanza, separo el trabajo de la vida personal y sigo teniendo hambre de cambio y de mejora. Que las ganas que dan título a este blog se multiplican.

Sólo me queda retomar el deporte y finiquitar ese B1 de alemán (como metas a MUY corto plazo, ¿eh? Yo sigo dando guerra).


Así que bienvenidos seáis 24 años, aunque sea tarde. Me gusta por donde va avanzando mi historia.

miércoles, 25 de junio de 2014

Bum bum, bum bum



A veces me entra el miedo y mi corazón empieza a latir más rápido de lo que ya lo hace, y la verdad, eso es mucho.

Por desgracia no es la primera vez que reacciona así, y ya conozco al dedillo lo que le pasa: presiente que le van a hacer daño, que se va a romper.

Por suerte nunca es tan grave como él se piensa: sólo se resquiebra un poco, nada que los días no cicatricen.

Lo peor de todo es cuando es una herida que está a punto de cicatrizar se reabre. La historia de mi vida. Siempre da en el punto de sutura.

Cuando esto sucede, el pobre se pasa la noche palpitando como si fuese una bomba de relojería, y a mí me toca quedarme en vela con él, para que no se sienta más sólo de lo que se cree.


...y qué tranquila duerme tu cabeza. 

martes, 10 de junio de 2014

Pérdidas y ganancias



Las pérdidas son ganancias. Albert Espinosa.

Antes que nada debería aclarar que renunciar no es perder. Nunca puedes perder cuando aprendes algo o simplemente dicha acción te va a reportar una tranquilidad, ya sea emocional, económica o moral.

Me gusta pensar que hay situaciones por las que todos vamos a pasar por nuestras vidas. Platos de mal gusto que necesitamos probar para seguir avanzando, para conocernos un poco más a nosotros mismos, para saber nuestros límites. Para aprender cuándo debemos decir no.


A ti, que me estás leyendo, te aseguro que te llegará ese momento –si no lo has vivido ya–; y estoy completamente segura de que te sentirás tan realizado/a que lo saborearás como la más dulce de las victorias.  

lunes, 5 de mayo de 2014

5AM


Hoy me revuelvo en mis sábanas de nuevo, después de pasar cuatro maravillosas noches e incluso mediodías entre las tuyas. Aunque digas que mi cama es mejor, me está costando dormir sin tenerte como punto de referencia, como si no me hallara.


Probablemente volveré a despertarme porque sí a eso de las cinco, según me ayuda a ver la pobre lucecita de mi reloj. Entonces caeré en la cuenta de que mi cama no está medio llena, sino medio vacía. 

viernes, 11 de abril de 2014

Helena

Helena llevaba un tiempo preguntándose por esa armadura que le había hecho sentir protegida del exterior. Ésa que había tenido hasta hacía un tiempo atrás…

Se sintió desnuda y desarmada frente a algo que parecía ser más grande que ella misma. Supuso que era el precio a pagar y que se trataba de algo bueno. Un nuevo comienzo.

El tiempo pareció llevarse a la vieja Helena y dejar sobre el suelo a una chica débil, emotiva. Le costó un tiempo darse cuenta de que lloraba todos los días. Y se suponía que no se podía vivir feliz sin coraza…

Entonces sucedió. Un golpe directo al corazón le hirió gravemente. Y aún le duele cada vez que lo recuerda. Pero no le hirió de muerte. Fue gratificante descubrir que esa armadura que tantos años había llevado no había desaparecido, sino que ahora estaba bajo su piel, protegiéndola más que nunca.


-No voy a dejar que me hagas daño.

lunes, 31 de marzo de 2014

domingo, 9 de marzo de 2014

Domingos menos malos

Los rayos de sol se deslizaron por la ventana de puntillas, sin hacer ruido hasta posarse en sus ojos cerrados. Con habilidad felina, su espalda se encorvó mientras sus brazos se antojaban infinitos al estirarlos. Las sábanas arrugadas jugaban entre sus piernas, en completa entropía.

Descalza emprendió su camino a la cocina con nada más que una camiseta de chico dos tallas más grande que había comprado expresamente para que cumpliese como el camisón más cómodo de la historia.

Con la mano aún sellada del club de la noche anterior cogió una sartén y sacó un par de huevos de la nevera. Los domingos tenía la ley no escrita de tomar un perfecto desayuno continental para recuperar las energías. «De alguna manera había que hacer los domingos menos malos, ¿no?», suele decir.

Al observar su reflejo en la ventana descubre que sus pinturas de guerra, como las llama, se desvanecen en varias direcciones. «Fue una buena noche».

domingo, 23 de febrero de 2014

De sentido común


Querida Sara,

No estás pasando por un buen momento así que voy a decirte algo que esperas oír en algún momento pero que no está llegando.

Ante todo, eres una buena persona. No te voy a mentir y a decirte que no eres brusca, porque a veces lo eres, pero pocas veces te he visto dirigirte a una persona con maldad contenida. Muy pocas.

Eres inteligente. Sabes mucho de muy poco, sí, pero es preferible a saber muy poco de un montón de cosas. Y lo mejor de todo es que no vas por ahí presumiendo por ello, pavoneándote como si ello te fuese aportar algún tipo de impacto en tu alrededor. Te falta un poco de picardía, pero es algo que muchos aprenden a base de golpes.

Eres divertida. No eres una payasa constante, pero tienes buenos momentos. Y natural, lo cual te ha servido para meterte a más de una persona en el bolsillo. Aunque ni siquiera lo estuvieses intentando.

Eres un montón de cosas buenas que ni siquiera sabes porque te infravaloras. Y ni siquiera es eso. Por alguna estúpida razón recaes el peso en los de tu alrededor. Ellos no tienen que aprobar tu forma de ser, vestir, vivir o decidir. Eres tú. Tú eres la causante de tu felicidad y de tu desgracia, tú tienes el peso de tu vida. Quizás esto te va a restar ilusión respecto a esas personas, pero es hora de que retomes las riendas.

No es una crítica, es una lección.

Tu sentido común.

sábado, 22 de febrero de 2014


«Sinvergüenza, canalla y pirata. Gafas de sol casi tatuadas y media sonrisa por bandera.

El que me busca la lengua, me saca de quicio y me suaviza con una simple mirada. El que me hace volver a los quince disfrutando de los privilegios de los veintitantos. El que me enseña día tras día que me preocupo demasiado por situaciones tan futuras como inciertas. Disfruta del presente, me dice.

Y confieso que resulta ser un alivio, un respiro de aire fresco…».

-¿Qué escribes? –Pregunta el joven asomando la cabeza por encima de su hombro.

-Tonterías mías. –Responde mientras cierra el viejo cuaderno tan rápido como puede.

-Te preocupas demasiado…

lunes, 17 de febrero de 2014

-Perdona que suene a frase hecha, pero he notado que ya no me quieres como antes.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Tus ojos.

-Es lo normal, es lo que tiene el tiempo.

-Pues yo no quiero algo normal.

viernes, 7 de febrero de 2014

Ni frío ni calor


El mundo se cubrió por una espesa capa de hielo que nunca me llegó. Ni a los tobillos.

Ya no hay sonrisas. Ni siquiera hay buenas formas. El “lo siento, lo desconozco” se ve sustituido por un silencio frío mientras sigues esperando esa respuesta junto al marco de la puerta. Y te sientes estúpido, porque sigues creyendo que esa respuesta va a acabar llegando de un momento a otro, y que sería muy descortés por tu parte marcharte sin más. El “espera un segundo y me lo cuentas, que ahora mismo no te puedo prestar atención” cambia por un “no me he enterado de NADA de lo que has dicho” justo cuando has acabado de contar la historia más divertida del mundo. Y qué decir de los “¿qué tal te ha ido el día?” que se ven cortados por un seco “bien”.

Esas cosas acaban anulándote, haciéndote sentir invisible. Se agarran a tu cuello con ambas manos y te aprietan hasta que tu voz pende de un hilo inseguro. Y entonces te planteas que el problema es tuyo, que quizás tienes demasiado tacto. Luego recuerdas que no es tacto sino educación, y ahí es cuando regresa esa frustración. Porque da igual que te plantees ser una persona fría, maleducada, cortante… tú eres tú y no puedes cambiar esa forma de ser. Porque cuando algo no está roto no puede ser arreglado.

domingo, 26 de enero de 2014

Primer encuentro

El timbre anunció el comienzo de una nueva clase, así que agarré mis libros y caminé arrastrando los pies hasta el aula. No estaba de humor para aguantar bromas, así que me senté en una de las mesas que estaban junto a la pared, bajo la ventana. No aparté la vista del exterior, pensando en que todo parecía mejor ahí fuera.

Sin apartar la vista de la ventana pude oír cómo mis compañeros iban llegando. No resultó una sorpresa comprobar que nadie quería sentarse en el asiento libre que había junto a mí. Cualquier sitio les parecía mejor.

La clase se fue llenando hasta que finalmente el profesor entró. Me caía bien el señor Phillips, parecía el único adulto con sentido común que me rodeaba últimamente. Apenas había abierto su gastado maletín de cuero cuando la puerta se abrió de par en par, llamando la atención de todos. Al otro lado, un chico de nuestra edad respiraba agitado.

-¿Puedo pasar? –Preguntó entre jadeos.

-Después de tal aparición quedarías fatal si no lo hicieses. –Bromeó nuestro profesor.- Vamos, toma asiento.

Le bastó un rápido barrido para comprobar qué sitios estaban vacantes. No me sentí curiosa por su decisión, así que continué apuntando la fecha de aquel día en mi cuaderno.

-¡Hola! –Exclama alguien a mi lado en un susurro.

No puedo evitar dar un salto sobre mi silla, lo que le hace sonreír. Ahí estaba junto a mí, el chico de pelo alborotado y barba de varios días.

-Tú no hablas mucho, ¿verdad? –Continúa.- Te he visto por ahí y casi nunca vas con gente.

-El placer es mío. –Murmuro de mala gana.

-Perdón… -Susurra.- Me llamo Max.

-…Brooke.

sábado, 25 de enero de 2014

Reencuentros


Por lo general suele ser una persona hogareña. Puede pasarse días y días encerrada y no sentir claustrofobia. Pero no esta semana.

Con los años vas aprendiendo que una amistad no implica la necesidad de verse o hablar todos los días. Que cada cual va labrándose su futuro, diferente del resto, y que eso hace descuadrar horarios. No pasa nada, son lo suficientemente maduros como para asumirlo.

Lamentablemente esta semana se le ha hecho un poco cuesta arriba. Quizás la presión en la oficina, los 265 kilómetros de distancia, o esos días que no necesitan más explicación.

Una llamada es suficiente para confirmar cita en la cafetería de la calle principal. Con un dulce, cafés o batidos, comienzan a ponerse al día con la mejor de las sonrisas. Comienzan las bromas, las risas incontroladas, las canciones ridículas, las anécdotas. Entonces cada uno piensa en por qué no hacen esto más a menudo.

Continúan paseando por aquel pueblo grande que siempre fue su ciudad y se reconfirma que ya no tienen quince años. Comprueban que los niños de trece años no son como lo eran ellos, y que sentarse en un banco cualquiera a comer pipas no acaba siendo lo mismo del todo. Pero se las terminan, así se les quede el trasero helado de aquel banco de piedra.

Cuando llega el momento de despedirse, comprueban que el reloj ha corrido más de lo esperado. Alguno llega tarde a su cita posterior, pero poco le importa. Llegan los besos, los abrazos y las sonrisas. Con estas últimas, emprenden el regreso a casa deseando ese nuevo mensaje:

Necesito veros. Os echo de menos. 

lunes, 20 de enero de 2014


Y entonces empiezas el año de malas –da igual que te hayas tomado las doce uvas, o que hayas colocado el pie derecho por delante del izquierdo-, y decides que no vas a hacer una nueva lista de objetivos. Porque si no hay metas, no hay desilusión en caso de no llegar a alcanzarlas tan pronto como deseo. A día 20 de enero veo la luz al final del túnel –o del mes, todo depende del punto de vista-. Estos son mis objetivos generales, nada de 365 días de plazo.

·         Independizarme –empezamos fuerte.
·         Hacerme EL tatuaje –lo siento, cariño.
·         Portsmouth, Brighton, Bristol y Londres.
·         Trabajar de lo que he estudiado. Sin medias tintas.
·         Acortar esos 250 kilómetros que nos separan.
·         Adoptar a un chucho y ponerle “Carmelo” –que Carmelo es muy de Cádiz.
·         Lograr un C1 de inglés –vamos por el B2.
·         Brackets de esos que apenas se ven…
·         Lograr un B1 de alemán –sin prisas…
·         Dublín y Cork.
·         Encontrar un concierto que diga “éste es” –e ir, por supuesto.
·         No dejar de hacer deporte NUNCA más –odio los retornos imposibles.
·         Aprender a camuflar mi energía radioactiva –confundida con nerviosismo.
·         Nueva York, California: Los Ángeles, Santa Cruz, San Diego…
·         Aprender a hacer snowboard.
·         Y surf.
·         Y montar en bicicleta.
·         Tener una cama de matrimonio enorme.
·         Que no tenga que comprarme mi propia tarta de cumpleaños –qué triste.
·         Echarle valor y entrar en un campo de girasoles –basta de verlos a distancia.
·         Tocar a un panda.
·         Ser ascendida en el trabajo que menciono en el punto 4.
·         Imponer la tradición de “miércoles de cine” en mi futuro hogar.
·         Y la de “comida no-española”.
·         Aprender a hacer puchero como el de mi madre.
·         Seguir viviendo con mi sonrisa perenne. 
 


martes, 7 de enero de 2014

Amigo miedo


Me gritas callado.
Me miras a los ojos hasta que consigues que aparte la mirada.
Me ahogas sin manos.

Siempre pudiste conmigo, estamos demasiado mayores como para ponernos a contar mentiras. Sabes cuales son mis puntos débiles y te tiras a ellos. Rabioso.

Me vuelves pequeña. Te llevas mis ganas, esas de las que siempre presumo porque nunca me faltan, y me dejas triste, apagada y gris.

Yo no creo que se pueda vencer al miedo, pero sí que se puede forcejear con él. Pararle los pies, hacer que retroceda, por poco que sea.

Así, finjo que no te oigo, aunque lo haga.
Te aguanto la mirada aunque me vaya la vida en ello.
Respiro hondo antes de que me visites por sorpresa. 

miércoles, 1 de enero de 2014

Bienvenido, 2014

Entramos en el año con más o menos gente de la que hubo en el anterior. Los más tradicionales pasamos este último día con la familia, los menos, con los amigos.

Empieza un año lleno de propósitos, deseos, metas… Hemos aprendido a ajustarnos ese cinturón del que tanto hablan y hasta priorizamos objetivos.

Sea como sea, empezamos un año con las pilas recargadas, buenas intenciones y mucha ilusión.

2014, pórtate bien porque te recibo con los brazos abiertos.