sábado, 1 de noviembre de 2014

Todo tiene su recompensa



Hay momentos en la vida en los que nada sale como planeas. Empiezas a perder la confianza en ti mismo y piensas que da igual cuántas alternativas idees, porque ninguna va a llegar a buen puerto. Pero entonces piensas, ¿a quién le va bien con esta actitud?

Lamentarse no debería consumirnos demasiado tiempo. Pero aun así, concédete 24 horas y bébete unas cuantas cervezas de más, maldice al mundo y quéjate de tu mala suerte. Hasta ahí. 

Entonces llega el momento de reformular el plan. Es posible que no haya sido un fallo tuyo, pues no siempre está en nuestras manos el desenlace. Aunque éste sea tu caso, no tengas una mala actitud. Quizás ése no era tu tren

Y no te hablo del destino, porque tu destino te lo construyes tú mismo. Te hablo de otras oportunidades, algunas incluso mejores que la de tu plan inicial. ¿Acaso no es posible que estuvieras tan obcecado/a que no veías el resto de opciones?

Sea como sea, no vale rendirse. Sigue trabajando duro. Va a llegar el momento en el que todo tenga recompensa. 

2 comentarios:

  1. Hoy necesitaba este texto.
    Muchas gracias :)

    Besos

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  2. Precioso el texto, se me ha puesto la piel de gallina. El diseño de tu blog, me parece realmente original, me encanta y me hago seguidora desde ya.
    Un besazo <3

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Muchas gracias por dejar tu huella.