Definitivamente
2013 ha sido un año lleno de lecciones.
Me
ha enseñado que…
La distancia
no
es el olvido. No sí se lucha por evitarlo.
No necesitas
ver o hablar con un amigo todos los días para saber que está ahí, contigo.
No somos
inmortales.
El verdadero
egoísmo está por encima de la sangre.
Soy capaz de
hacer cosas que desconocía que podía.
La
inseguridad puede costarte tu propia felicidad.
Todo
esfuerzo tiene su recompensa, o al menos, su reconocimiento.
Las palabras
son inmortales. No todos los actos perduran.
Correr libera tu mente. Al menos, momentáneamente.
No siempre
te van a querer como quieras.
El karma
existe.