domingo, 23 de noviembre de 2014

Amiga soledad



Aunque siempre me enorgullezco de esa sonrisa perenne que habita mi rostro, hoy no tengo ganas. Y fíjate que siempre digo que a ganas no me supera nadie.

Por más cliché que suene, me he dado cuenta que estoy sola entre un montón de gente. Que vienen y van, pero que no sé cómo retenerlos en mi vida. Ahí es cuando llega la frustración. Y la desesperación. Y los enfados por nada. Y tantas cosas más…

Quizás lo que más me preocupe es que no sé cómo remediarlo. Porque sé marcarme objetivos. Soy altamente efectiva cuando se trata de planes de acción. Pero, ¿cómo trazo un plan de acción cuando se trata de personas y no del ámbito profesional?  

Así que aquí me encuentro, en un bucle emocional intentando buscar una forma natural de solucionarlo. Detesto los anexos entre etapas.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Andrómeda

Los lunares se agolpan en su hombro izquierdo, donde creen formar una constelación. Y lo creen porque la dueña de la piel donde descansan, guarda demasiadas similitudes con dichas agrupaciones de estrellas.  

Quizás están vinculados debido a no una, sino a las dos esferas celestes que son sus ojos. Probablemente ésa sea la causa por la que te sientes flotar en el espacio cada vez que vuestras miradas se cruzan.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Carlota


El último semáforo que lindaba con los límites de la ciudad se puso en rojo. Fuera llovía a mares. Las gotas iban ganando más cuerpo hasta tal punto, que Carlota pensó que el granizo era cuestión de tiempo.

Se preocupó un poco, no lo iba a negar. Le esperaban unos cuarenta y cinco minutos del que se le antojaba el más solitario de los recorridos. Hasta que le observó.

En el coche de al lado una chica de más o menos su edad no paraba de moverse. Al principio creyó que estaba regulando el asiento, pero entonces la vio gesticular. Parecía despreocupada, como si la tromba de agua que caía no fuese consigo. Entonces lo comprendió.

Encendió la radio e insertó su CD preferido. Ahora le tocaba a ella.


Quizás los malos tiempos son inevitables, pero con música son menos malos.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Va de un sofá

Había un sofá.

No era el más cómodo, ni el más bonito. Pero se convirtió en el sofá.

Un lugar donde poder desconectar del mundo, donde nada podía hacerte daño. Donde pasaban las horas sin que me diera cuenta. Y cuánto me costaba abandonarlo…

Hasta que un día lo tuve que abandonar para siempre.

Me cundió el pánico. O quizás la angustia. Jamás volvería a estar en ese sofá. Me concedí, como de costumbre, 24 horas. Y entonces lo comprendí.


Comprendí que me estaba aferrando a un objeto y no a lo que me transmitía. Y que aquel lugar de paz transmutaría en algún momento. Quizás con forma de playa, de alfombra, de coche, de cama… 

Así que dejé de angustiarme por algo que ya pertenecía al pasado y sustituí el sentimiento. Porque algún día encontraré ese nuevo lugar donde poder bajarme del mundo para saborear mi bebida favorita.
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¡Hola a todos!

En la columna de la derecha podéis encontrar el enlace que os llevará a la página de Facebook -sí, le he creado una página!- de este blog. Muchas gracias a todos los que me seguís y comentáis. 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Universem 2014

Ingenieras, trabajadoras sociales, químicas, maestras, juristas, empresarias, publicistas.

A primera vista no tenemos nada que ver excepto por un detalle: todas somos mujeres. Pero también somos creativas, inteligentes, resolutivas. Algunas conectamos desde el primer momento y otras se convierten en nuestros grandes descubrimientos a medida que pasa el tiempo.

Todas hemos aprendido que no tenemos que tirarnos a por una silla como unas locas. Que no nos podemos fiar de los italianos. Que la cáscara de una naranja puede darle el toque final a un bizcocho. Y somos unas afortunadas, porque hemos conocido tanto el punto de vista de Caperucita como el del lobo. ¿Cuántas personas pueden decir esto?

Sé que muchos lectores no van a entender esta entrada, pero es por y para vosotras.

Hemos aprendido a hacer meditación; y que algo que a muchas nos queda tan infantil como dibujar, nos resuelve más dudas de las que podíamos llegar a imaginar.

Que lo importante es continuar en movimiento, cuando llegue nuestra parada lo sabremos. O quizás no. Pero también aquí precisamente es donde hemos descubierto que fallar es algo hermoso.

Algunas compañeras —y docentes— nos han enseñado que es posible hacer de éste un mundo mejor. Que algo que te guste puede convertirse en tu trabajo.

Y posiblemente todo esto sea tan especial porque al mismo tiempo somos parecidas y diferentes. ¡Que aquí todo se magnifica!

Hoy me gustaría daros las GRACIAS, porque conociéndoos a vosotras también me he conocido un poco más a mí misma.

¡Que lo que ha unido UNIVERSEM no lo separe nadie!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Todo tiene su recompensa



Hay momentos en la vida en los que nada sale como planeas. Empiezas a perder la confianza en ti mismo y piensas que da igual cuántas alternativas idees, porque ninguna va a llegar a buen puerto. Pero entonces piensas, ¿a quién le va bien con esta actitud?

Lamentarse no debería consumirnos demasiado tiempo. Pero aun así, concédete 24 horas y bébete unas cuantas cervezas de más, maldice al mundo y quéjate de tu mala suerte. Hasta ahí. 

Entonces llega el momento de reformular el plan. Es posible que no haya sido un fallo tuyo, pues no siempre está en nuestras manos el desenlace. Aunque éste sea tu caso, no tengas una mala actitud. Quizás ése no era tu tren

Y no te hablo del destino, porque tu destino te lo construyes tú mismo. Te hablo de otras oportunidades, algunas incluso mejores que la de tu plan inicial. ¿Acaso no es posible que estuvieras tan obcecado/a que no veías el resto de opciones?

Sea como sea, no vale rendirse. Sigue trabajando duro. Va a llegar el momento en el que todo tenga recompensa.