martes, 16 de diciembre de 2014

Quien bien te quiere...

Últimamente no dejamos de encontrarnos por Facebook enlaces compartidos que comienzan con la premisa “cásate con…” o “enamórate de…”.

Cásate con una persona que te quiebre la cabeza, que te cambie los esquemas, que te enseñe a llorar por amor. Enamórate de una persona que te lleve siempre la contraria, que paséis de los gritos al sexo en cuestión de un minuto. ¿No os chirría esto?

Porque parece que si el amor no duele, es menos amor. Y para colmo sólo hay una persona en todo el mundo que te hará sentir esas mariposas ya convertidas en cliché. ¿Da miedo, eh?, ¿cuántas probabilidades tenemos de toparnos con ella?

El amor puede tener todas las formas que tú quieras. Puede ser fácil, divertido, aventurero, mordaz, empalagoso, furtivo… y la lista tiende al infinito.

Pero para ello hay una premisa indiscutible: primero tienes que quererte tú. No es fácil, por supuesto. Pero ello te hará desprenderte de una necesidad emocional peligrosísima. Que si se marcha no será el fin del mundo, aunque sientas encima las tormentas más oscuras. Pasarán. Porque todo pasa.

El día que aprendas a estar solo/a, llegarás a disfrutarlo. Un poco más tarde, en algún punto de tu vida, encontrarás a una persona a la querrás de una forma mucho más sana. Comprenderás que quienes aquellos que bien se quieren, se sacan las mejores sonrisas. 

3 comentarios:

  1. Parece obvio que uno se deba querer a sí mismo, pero a veces no nos damos cuenta de lo realmente importante que es; ya que si te menosprecias continuamente, si te infravaloras, todas esas inseguridades las reflejarás a quien tengas a tu lado, y continuamente desconfiarás de por qué la otra persona, siendo como eres, está contigo, y esa relación lo único que aporta es toxicidad y al final ruptura.

    La soledad también es difícil. No sé si más o menos, pero supongo que van de la mano. A veces solos con nuestros monstruos, somos peligrosos para nuestra salud.

    Creo que el amor no tiene siempre por qué doler, pero si duele, no se trata de ser conformista y decir: si duele, será así y dejarlo pasar, sino tratar de analizar la situación y superarla juntos.

    No sé si me he ido por las ramas... jajaja.

    Besos

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    1. jajajaja en absoluto! Coincido soberanamente con lo tóxica que vuelve una relación. Con soledad me refiero al no estar en pareja. ¿Cuántas personas conocemos que van de una persona en otra? (y sin pasar por la casilla de "salida", como suelo decir).

      El amor es intenso, muy intenso. Aun así no debemos asumir que "es lo que toca", lo que esperas. Porque eso creo te lleva a la infelicidad.

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  2. Amores hay tantos distintos como paisajes, y es verdad que a todos nos enseñan siempre la misma foto. Una vez tuve un amor que fue fácil como un día de sol en el parque, y es cierto, no fue menos amor.

    Y sin embargo justo hace poco hice una aseveración del tipo "el amor, si duele, es más amor", porque parece que las batallas vencidas saben mejor cuando son reñidas, que no sabemos apreciar los logros si nos resultan fáciles. Por eso nos enganchamos a veces a la persona que nos da muy poco, porque a cada migaja que nos da parece que estamos coronando el Annapurna.

    En fin, que me lío. Estar solo es una opción tan válida como estar acompañado. Creo que muchas personas que están solas se sienten peor porque la sociedad les hace creer que "tienen" que encontrar a alguien. Yo lo disfruto, y de hecho, para mí la persona tiene que gustarme lo suficiente para que me compense el no estar sola, y no al revés.

    Interesante texto, y también me encanta la foto :)

    Besos :*

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