Durante
toda mi vida he tenido las cosas muy claras. Sabía lo que me gustaba y lo que
no. Me iba fijando una meta tras otra y todas las iba cumpliendo. Nunca fui una
alumna de sobresaliente, pero iba alcanzando todo lo que me proponía.
Creo
que era una de esas cosas que me identificaban. Mientras compañeros y amigos se
mostraban indecisos sobre temas como su futuro, yo me informaba sobre las
asignaturas de la carrera que iba a elegir.
Y
ahora me encuentro en esta etapa de falsa confusión. Pues no es confusión sino
interés por todo. Me gustan y apasionan
tantas cosas que me da miedo elegir una por la posibilidad de perder las otras.
Me apasionan los Social Media, el Marketing, la escritura… Siempre fui una
persona dinámica.
Supongo
que se trata de otra etapa de la que aprender.
El otro día me sorprendía pensando algo parecido. Me gustan muchas cosas, a parte de la que me he estado preparando durante varios años, y entonces me preguntaba si no me estaría perdiendo otras cosas, si no estaría bien probar caminos diferentes, abrir nuevas puertas.
ResponderEliminarTodo sea por, al final, encontrar donde estemos más a gusto.
Besos
Creo que eso es lo malo de crecer, que vemos que las decisiones que tomamos cada vez son más... permanentes, más dificiles de cambiar, nos asusta, no podemos, nos cerramos caminos, etc. Yo me he preguntado lo mismo mil veces, solo tienes que cerrar los ojos y pensar ¿estoy haciendo lo que quiero? Un beso enorme
ResponderEliminarDecidir es complicado, incluso si eres una persona segura. Yo, personalmente, cuando no sé qué hacer me dejo guiar por mi instinto ;)
ResponderEliminar