martes, 7 de enero de 2014

Amigo miedo


Me gritas callado.
Me miras a los ojos hasta que consigues que aparte la mirada.
Me ahogas sin manos.

Siempre pudiste conmigo, estamos demasiado mayores como para ponernos a contar mentiras. Sabes cuales son mis puntos débiles y te tiras a ellos. Rabioso.

Me vuelves pequeña. Te llevas mis ganas, esas de las que siempre presumo porque nunca me faltan, y me dejas triste, apagada y gris.

Yo no creo que se pueda vencer al miedo, pero sí que se puede forcejear con él. Pararle los pies, hacer que retroceda, por poco que sea.

Así, finjo que no te oigo, aunque lo haga.
Te aguanto la mirada aunque me vaya la vida en ello.
Respiro hondo antes de que me visites por sorpresa. 

2 comentarios:

  1. No hay que tenerle miedo, porque entonces es cuando te vence. Hay que aguantarlo y ser valiente, aunque como dices, nos lleve la vida en ello. Nunca hay que paralizarse ante él, hay que seguir adelante, pase lo que pase, al final se cansará de intentar asustarnos.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por dejar tu huella.