domingo, 20 de febrero de 2011

Es una cita

Y ahí estaba él, mirándola pasmado mientras ella le contaba entusiasmada cómo le había ido en su primer día de trabajo. ¿Había alguien con una sonrisa más bonita? Y si existía, no quería saberlo.
No hacía mucho que se habían conocido, no llegaba al año. Coincidieron en un evento que organizaba la universidad para promover la compartición de coches. Desde entonces iban y venían juntos. También iban otros alumnos en el coche, pero ninguno tenía demasiado interés en hacer amigos. Quizás ella tampoco, pero lo hacía todo de forma tan natural que él nunca lo sabría.
Lo que a él más le gustaba de sus viajes en coche era observarla sin que ella se diera cuenta, sobre todo cuando encendía la radio y sintonizaban su canción preferida. Tan sólo duraba un instante, pero su expresión era la de la máxima felicidad. Así era ella, una amante de las pequeñas cosas.
-¿Me estás escuchando? –Preguntó ella de repente.- Te estaba contando lo de la nueva película que te hablé. Ya la han estrenado en España.
-Tenías ganas, ¿eh? –Le dijo de forma divertida.- ¿Y qué vas a hacer, irás este fin de semana?
-No creo. –Se encogió de hombros.- Mis amigas no quieren ir, y no me apetece ir sola…
Era el momento, lo sabía. Debía decírselo como algo casual, como si le diera igual. Pero no era así. Las manos no comienzan a sudarte cuando vas a hacer algo que te importa un bledo.
-Si quieres yo puedo ir contigo. –Casi susurró.- No tengo planes para este fin de semana.
-¿Es una cita? –Preguntó sin apartar la vista de la carretera.
Entonces sonrió, dejándole completamente descolocado. ¿Qué podía significar aquella sonrisa? Quizás le parecía divertido que a un chico como él concibiera la idea de que una chica como ella quisiera ser su cita. Estuvo balbuciendo como un idiota por tiempo definido, hasta que descubrió que habían llegado a su destino.
-Es una cita. –Se respondió así misma.- La película empieza a las diez y media, así que te recojo sobre las diez, ¿vale?
Ni siquiera le dio tiempo a responder, aunque en cierto modo lo prefería así. Antes de entrar en casa echó un último vistazo al vehículo del que acababa de bajar, rió en voz baja y canturreó aquella vieja canción que venía sonando. Las cosas empezaban a ir bien.

5 comentarios:

  1. Me encantan los dos relatos que has publicado!!
    Tengo que preguntarte, ¿son tuyos o sacados de algún libro? ¿es autobiográfico?
    Gracias por pasarte por mi blog y aportar.
    Te leo =)

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  2. ¡Oh si, una cita, una cita!
    Hay continuación, ¿cierto?
    Un beso :)

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  3. Muchas gracias por tu comentario y por el seguimiento; es difícil abrirse paso por estos lares.

    Y sí, los relatos son míos. Por el momento ninguno de mis textos son biográficos, supongo que le pondré un Tag que lo indique el día que sea así.

    Nos leemos.

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  4. Holaaaaa :) Pues sí, has leido bien, me gustó bastante la trilogía de Los Juegos de Hambre, pero me fastidió mucho que se acabara y el final... bueeeno, casi estampo el libro.

    Están muy bien los relatillos que has puesto, se te da bien escribir. ¡Te sigo!

    Nos vemos por estos sitios, un beso.

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  5. Pues tengo que decirte Summer que escribes muy bien :)

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Muchas gracias por dejar tu huella.