Supongamos que la cuesta de enero
no se refiere sólo a lo económico.
Es el mes en el que te has
apuntado al gimnasio y has empezado a comer sano. Te has propuesto estudiar
más. Encontrar un trabajo. Mejorar tu nivel de idiomas. Bañar más al perro.
Dejar de fumar. Ser una persona más organizada.
Entonces te entra ese no-sé-qué-que-no-sé-yo.
Y te agobias, porque no hay tiempo
material para hacer todo eso. Y sudas hasta por las pestañas. Y como no te
cabe tanto agobio en el pecho, acabas
sin hacer nada. Bueno sí, fumar y comer. Con un par.
Sabemos que los atracones no son buenos. Si sabemos que
los atracones de comida son perjudiciales, ¿quién nos dice que los de
propósitos son sanos? Y aunque lo vengo comentando desde diciembre, yo también he caído
en el error.
Así que respiremos hondo y cumplamos el propósito de ser personas más organizadas, porque por
ahí tenemos que comenzar. Compaginemos propósitos
reales. Compartámoslos con las personas que nos rodean. Premiémonos cuando
lo merezcamos. Porque nos lo mereceremos.
Seguro que esa cuesta se va
volviendo más amena.
(Y mucho ánimo, que ya estamos a
mitad de mes)
En mi caso es una cuesta muy pesada...me ha pasado algo muy triste que hace que le tema al resto de mi año...
ResponderEliminarMe gusta tu espacio!
Te sigo!
Lamento mucho que el año haya comenzado así. Ojala que todo mejore y puedas vivir sin miedo, que es el peor sentimiento con el que embarcarse a lo nuevo.
EliminarUn saludo, nos leemos :)
La verdad es que es mejor abarcar menos propósitos. Espera poder cumplir los tres para este 2015...
ResponderEliminarSaludos, nos leemos.
Seguro que sí! Con ganas y trabajo duro todo se puede lograr :)
EliminarUn saludo.
Mira que odio el mes de septiembre, pero enero me cuesta mucho jajajaja
ResponderEliminarsaludos!
jajajaja septiembre es otro mes que se las trae! Vamos a empezar por enero que seguro que con humor podemos pasarlo sin salir demasiado perjudicadas :D
EliminarUn saludo.