jueves, 29 de marzo de 2012

Muérdeme las ganas 2.0

-Hace tiempo te quería proponer algo. -Me dices de repente.
-¿Algo como qué?
-A ti te encanta la escritura tanto como a mí las fotografías, ¿no? -Asiento con una sonrisa, porque aunque aún no sepa de qué se trata, intuyo que me va a gustar.- Había pensado que le pusieras historia a mis fotografías, o al revés, ponerle yo fotografías a tus relatos. ¿Qué te parece?
-Me parece que me encanta(s). 

©Fotografía por Wthesungoesdown

Me gusta la luz de las velas. Es diferente, no sé... cálida.

Ellas, situadas en puntos estratégicos como esos centinelas a los que en más de una ocasión me he tenido que enfrentar; pero gráciles como si de unas bailarinas se tratara en plena oscuridad. Espectadoras de los momentos más secretos, de los besos de los amantes, de las miradas más sinceras. 

Las que dibujan tu silueta desnuda mientras descanso en tu costado. Las que mantienen el clímax. Las que nos conducen a la locura. 

Y así, las utilizo de lazarillo para recorrer tu cuerpo. Primero con las manos, después, con los labios. De un momento a otro regreso a tu boca, que entre susurros me repite esa frase que una vez llegaste a descubrir:

-Muérdeme las ganas.

Entonces me aferro a tu cuello, a tu pelo y a tus manos; las mismas que marcan el compás de una danza aún más hermosa que la de nuestras presentes, llegando así al límite de lo prohibido. 

No hacen falta más palabras. Entrelazas tus dedos con los míos no sin antes apagar la última vela, la única que mantiene su fulgor. Una vez el último centinela es sometido, me dispongo a perderme sin miedo en tus sábanas una vez más. Siempre podemos encender una vela que nos devuelva al camino.

domingo, 18 de marzo de 2012

Consejos vendo, que para mí no tengo


Que tus semanas comiencen los sábados. Deja ese rápido café que te tomas por las mañanas y desayuna bien; como un rey (o como una reina, claro). Llévate música a la ducha y canta a pleno pulmón. Que se aguanten los vecinos. Arréglate, pilla esas gafas de sol y sal a pasear. ¿Hacia dónde? No puedo decírtelo, eso sólo se descubre andando. Llama a esa persona con la que hace tiempo que tienes ganas de hablar. Iros a un bar. Comienza ese proyecto que siempre quisiste empezar y nunca pudiste, por falta de ganas o fuerza. Redecora tu habitación. Escribe los cuentos que siempre quisiste escuchar. No dejes que el dinero te agobie, y no agobies a los demás con ello. Estos tiempos es mejor vivirlos con una sonrisa en la boca. Compra alcohol del barato y realiza fiestas o cenas temáticas. Haz el idiota. Tira toda esa ropa vieja que sólo ocupa sitio en tu armario. Adopta una tortuga, o un pez. Retoma cosas que quedaron en el pasado. Pasea en bicicleta, en autobús, en tren. Pasea de la mano. Haceros cosquillas hasta que uno de los dos se rinda. Baila en medio del centro comercial, o en medio de la calle. Contempla las estrellas. Aprende a bailar con los latidos de su corazón, porque en muchos de ellos estás tú presente. Lee un par de páginas de tu libro favorito antes de irte a dormir. Una vez en la cama, recuerda que alguna vez fuiste el espermatozoide más rápido. Y sobretodo, quiérete tanto como lo hacen todas esas personas que están a tu alrededor.