Me pides una nueva historia y no sé cómo decirte que no puedo, que me resulta imposible escribirla. Que es irónico crear un relato ficticio cuando la mejor de las historias está sucediendo realmente, y que supera por completo a cualquiera que haya escrito antes. Que estas manos, las mismas que plasman esta entrada, sólo se estremecen con el roce de las tuyas; y que en estas noches tan frías mi cabeza nos reproduce detalle a detalle. Y es que cuando menos te lo esperas, la mejor de las historias comienza.
A veces la felicidad es tal que no se puede ni escribir...conozco la sensacion :)
ResponderEliminarEs verdad, justo cuando menos los esperas
ResponderEliminarUn beso
Totalmente de acuerdo. Las mejores historias son las historias reales, aquellas que por uno mismo escribes sin pensar, desde el corazón, el corazón es la parte del todo, especialmente cuando escribimos de sentimientos.
ResponderEliminarMe alegro de que estés viviendo tu historia, y puedas relatar todo aquello que te remueve por dentro :)
Parece increíble, y aunque es la cosa más tonta del mundo, a mi también me pasa. Me refugio en otras historias y me aíslo de la mía propia. Y luego, de repente, cuando no sabes muy bien lo que ocurre, te das cuenta de que tu historia acaba de empezar, y que tú debes empezar a vivirla(:
ResponderEliminarLa realidad siempre supera a la ficción, ese es mi lema. Y en el amor, sobre todo.
ResponderEliminarEntonces toca disfrutar ^^
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