Nos conocimos cuando yo tenía unos ocho años
y tú apenas un mes de vida. Nunca me sentí muy segura estando cerca de los que
son como tú, pero en cuanto te conocí perdí el miedo.
Te recuerdo como un bebé tembloroso al que le
encantaba la leche y le costaba subir las escaleras. Siempre me mirabas con
esos ojitos brillantes, como si quisieras decirme “ayúdame, que yo solo no
puedo”. Y jamás olvidaré cuando descubrimos el miedo que le tenías al secador.
Siempre que volvía a casa lo hacía corriendo,
ilusionada porque volvería a verte y me alegraba saber que tú sentías lo mismo.
Tú, puro nervio. No dejabas de saltar y hacías lo que fuese para alcanzar las
cosas de la mesa. Daba igual que fueras pequeño, tú siempre te las apañaste
para lograrlo.
Hemos crecido juntos durante los siguientes
quince años. Quince años donde te he hablado como si fueras una persona,
paseado juntos bajo la lluvia, jugado y gritado. Aunque tú más bien me
ladrabas.
No voy a mentir y a decir que has sido un
súper perro, porque siempre fuiste un mimado y un gamberro. Aunque en parte es
nuestra culpa, y ahí me tengo que callar.
Después de quince años contigo hoy tengo que
aprender a vivir sin ti. Y créeme, qué raro va a ser no verte deambular la casa
y redescubrir que te la conoces mejor que yo.
Dondequiera que estés (ese cielo de los
perros del que todo el mundo bromea), pórtate bien, no comas con esas ansias
tuyas y no te metas con los que son más grandes que tú. Yo nunca olvidaré que
fuiste mi mejor amigo.
Vaya...
ResponderEliminarLo siento mucho :(
Ains... lo siento de verdad. Tu texto me ha recordado a mi perrita, que en cualquier momento puede irse también al cielo de los perros, ese que hablan. Y trato de hacerme a la idea porque ya son muchos años, pero... por otra parte, también me dará mucha pena :(
ResponderEliminarSeguramente han sido muy felices mientras han estado con nosotros. Eso es lo importante, que han estado bien.
Un besito
Me has emocionado. Siento mucho tú pérdida pero aunque hablo sin saber seguro que fueron los mejores años tanto para él como para tí. Ánimo.
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