sábado, 26 de enero de 2013

Zoe



El abrigo cuelga sobre el respaldo de la silla, a unos centímetros de entrar en contacto con el suelo. 

La joven da una nueva calada a su cigarro y contempla el humo que emerge de su boca. Siempre le gustó la forma en la que este se contoneaba hasta perderse más arriba, por el aire.

Desde el exterior escucha como colisionan unas bolas de billar. En ese mismo instante se pregunta cuáles fueron las decisiones que le han llevado hasta allí, cuánta gente perdió en el camino y qué lecciones le quedan.

No se arrepiente demasiado, aunque debería. Por suerte o por desgracia Zoe no sabía arrepentirse de sus acciones.

Apagando la colilla en la que reposa su lápiz de labios, la joven retoma el abrigo y se sube en el primer autobús que pasa.

«Lo importante de la vida no es como empieza, sino como acaba», suspira.

1 comentario:

  1. Yo diría que lo importante está en medio de esa vida. Ni siquiera como acaba.

    Un besito

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