Lilith es uno de esos pequeños seres mágicos que habitan entre nosotros. Para ser exactos, vive en «la ciudad donde nunca pasa nada», como la llaman sus propios habitantes. Mientras muchos sueñan con abandonar aquel lugar, ella descubre algo nuevo cada día; una nueva razón por la que permanecer allí.
Le gusta poder desplazarse en bicicleta tranquilamente hasta la playa, donde pasea por la orilla para acabar en las rocas, al final del acantilado. Una vez allí disfruta de los rayos del sol mientras las olas, al impactar, salpican su cuerpo entero.
Cuando la marea está revoltosa, Lilith la cambia por los campos de trigo. Ríe divertida al descubrir que ya consiguen taparla por completo, y se siente toda una aventurera una vez consigue salir de aquel laberinto.
La joven tira monedas a la fuente de piedra de la plaza mayor para luego poder pedir un deseo con todas sus fuerzas. Además, en las fechas señaladas, espera en la estación de autobuses el reencuentro perfecto y sonríe satisfecha al descubrir que, aunque sea en pequeñas dosis, el amor sigue patente. Algunos la señalan desde lejos y la tachan de loca mientras ella, bajo la puesta de sol, tararea la canción de siempre de vuelta a casa.
Me ha caído bien Lilith ^^
ResponderEliminarMe gusta mucho pasarme por aquí, tu blog siempre tiene historias muy cálidas y frescas a la vez :)
Un besito
Me gustaría conocer a alguien así ^^
ResponderEliminarUn beso
Me encanta Lilith "algunos la señalan de lejos y la tachan de loca mientras ella, bajo la puesta de sol, tararea la cancion de siempre de vuelta a casa" precioso.
ResponderEliminarUn beso enorme :)
De las que disfrutan con lo simple de la vida, me gusta la muchachita =)
ResponderEliminarme fascina como escribis, seguí así. Te dejo saluditos xoxo
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