domingo, 15 de enero de 2012

Buenos días



Un instante, eso es lo que dura un despertar que ansío eterno. No me hace falta verlas para saber que tus manos, exploradoras, han acampado en mi espalda. Siento tu respiración a un par de centímetros de distancia sobre mi frente, reavivándome tu aroma, ése que sólo yo conozco. Tus piernas se entrelazan con las mías y me aferran a ti, logrando que ni el aire se interponga entre nosotros. Alzo el rostro con los ojos aún entrecerrados, molestos por la luz de un nuevo día. Y ahí estás. Trato de memorizar tu anatomía para que en el próximo y desafortunado amanecer sola, mi cabeza pueda reproducirte al detalle. Vuelvo a acariciarte una vez más, como si no fueses real, como si fueses el más dulce de los sueños. Es entonces cuando me devuelves la mirada, me sonríes y me das los buenos días más hermosos que nadie pueda plasmar mientras me derrito con el primer beso del día. 

6 comentarios:

  1. Cuanto amooooooor, me encanta :) Esos son los mejores amaneceres ^^

    ResponderEliminar
  2. Has hecho que me derrita con esta entrada. ¡Qué bonito es el amor descrito con esas palabras! ^^

    ResponderEliminar
  3. Que suerte levantarse así...seguro que se come el mundo!

    ResponderEliminar
  4. Qué escena más preciosa has creado con tus palabras, y cuánto amor se respira!
    (¡me encanta la foto!)
    Un beso enorme :)

    ResponderEliminar
  5. Increible, es una pequeña pero preciosa historia!!
    Un beso enorme :)

    ResponderEliminar
  6. Que preciosidad de texto, un amanecer asi es de lo mas romántico y dulce :)

    Besos

    ResponderEliminar

Muchas gracias por dejar tu huella.