martes, 30 de julio de 2013

De refranes va la cosa

Nos han enseñado a lo largo de nuestra vida que lo bueno debe durar. La ropa, los coches, las tecnologías, el amor verdadero… Pocos siguen ese refrán de «lo bueno, si breve, dos veces bueno».

Es como si ninguno de nosotros quisiera percatarse de que lo más hermoso de esta vida, probablemente no dura más que unos minutos, y con suerte. Un beso, una risa, un abrazo, una mirada, una estrella fugaz… Incluso el propio verano, se nos antoja efímero.

Abandonar las cosas que nos hacen sentir tan bien nos resulta imposible, e intentamos y volvemos a intentar mantenerlas con nosotros, a nuestro lado.

Quizás deberíamos aprender a apreciar la intensidad del momento, y dejar ir a aquello que nos llena el corazón, dejarlo ir con la corriente. Y quién sabe…


«Si amas algo déjalo ir, si regresa es tuyo»

3 comentarios:

  1. Si amas algo, a no ser que sea absolutamente necesario, porque las circunstancias lo provocan, o no puede ser de otra manera, sí debes dejarlo ir. Pero dejarlo ir cuando todo está bien... jajaja, no lo veo.

    Hay que aprovechar los pequeños momentos, eso sí, que suelen ser los mas grandes, como dices, una sonrisa, una mirada, un abrazo, una caricia...

    Un besito

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  2. Me encanta esa cita de Baltasar Gracián. Es muy cierto que a veces amamos las cosas por ser breves. Lo efímero casi siempre resulta delicioso para el corazón.
    ¡Un beso!:)

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  3. Me ha encantado la entrada, justo me pillas en un momento de despedidas. Y quizá sea cierto eso de que las cosas cunado más cortas e intensas son mejores recuerdos nos creean.
    Un besazo!

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