Llevo varios días escuchando historias similares
a la que viene a continuación… y me pone enferma. El cariño no se mendiga, ni
se finge.
Era un secreto a voces. Tú ya no me querías,
yo no quería creerlo. A principios de cada semana te proponías volver a
enamorarte de mí. Aunque en realidad supongo que nunca lo estuviste, ¿no?
He estado a punto de pedirte perdón por
lo duro de mis palabras. ¿Pero perdón por qué? Tú no me has pedido perdón por
malgastar mi tiempo, mis ilusiones y mis ganas. Y no te guardo rencor por no
quererme, de veras que no. Te guardo rencor por el tiempo perdido. ¿Acaso no
teníamos derecho a ser felices? ¿Tan mal lo estaba haciendo que tenía que
cumplir una especie de castigo?
Ya no te siento más mío, porque nunca lo
fuiste. Así que mientras tú intentas acostumbrarte a todo, como siempre, con la
frase “es lo que hay”; yo me marcho lejos de aquí, a buscar mi independiente
felicidad.
Te irá bien, pequeño egoísta. Siempre te fue bien.
De verdad que no puedo entender a la gente así... Por suerte nuestra felicidad no tiene por qué depender de nadie.
ResponderEliminar¡Un beso! :)
Siempre hay varias fases en esto del desamor, o en cualquier cosa cuando no se entiende... La negación, la duda, la ira... Nos cuestionamos siempre si fue culpa nuestra, cuando en realidad no tiene por qué. En cualquier caso, el tiempo pone todo en su lugar..
ResponderEliminar¿Por qué todos hemos tenido que salir a buscar nuestra "feliz" independencia?
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